El método del orden

En el orden no hay fórmulas mágicas ni fórmulas magistrales. Ni tampoco una fórmula universal. Hay MÉTODO y organización.

Las formas de enfrentarnos al orden son diversas, pero, desde mi punto de vista, sólo hay un método para hacerlo. Yo lo llamo el MÉTODO DEL ORDEN. Los pasos son muy sencillos y claros. Lo complicado es llevarlos a cabo.

Da igual que el espacio a organizar sea un armario, una habitación, un trastero o una casa entera. El método es el mismo. Sólo en el caso de empresas o una mudanza, habría alguna variación.

Y aunque me repita mucho mucho mucho, porque siempre lo estoy diciendo y así lo señalé en mi anterior post, no quiero dejar de recalcar dos aspectos importantísimos a tener en cuenta antes de comenzar cualquier tarea de organización y orden:

  • Espacio

Ser realistas y conscientes del espacio disponible. Buscar la forma de optimizarlo para conseguir el máximo rendimiento.

Este es uno de mis mantras

«No podemos luchar contra el espacio. Tenemos que aliarnos con él.»

  • Hay que deshechar:

Una de las principales causas de desorden es el exceso de objetos. Acumulamos más de lo que necesitamos y más de lo que admite el espacio.

Dicho ésto, cojan papel y lápiz y ¡¡a por ello!!.

1º.- VACIAR:

Sacar todos los objetos pertenecientes al espacio a organizar. Un armario: toda la ropa y complementos; un trastero: todos las cosas que almacenemos; la cocina: vaciar armarios y despensa. TODO.

En este punto es importante hacer una búsqueda exhaustiva por otras zonas de la casa recopilando artículos pertenecientes a ese espacio pero que no estén en él. Por ejemplo: ropa dispersa por otros armarios, comida almacenada fuera de la cocina/despensa; maletas y bolsas de viaje metidas en cualquier hueco… Colocar junto al resto de “primos hermanos”.

2º.- LIMPIAR:

Una vez vacío, aprovechar para limpiar a fondo. Es el momento de reparar desperfectos, poner papeles o protectores, ambientadores… Seguro que aparecen cosas que creíamos perdidas.

3º.- CATEGORIZAR y SELECCIONAR:

Separar los objetos por categorías: cada oveja con su pareja.

Ahora es cuando nos va a dar un soponcio. Primero al percatarnos de cuántas cosas tenemos y segundo porque muchas están repetidas. Ignorábamos que ya las teníamos y se compraban de nuevo.

4º.- DESECHAR:

Aquí viene lo complicado… Cuando se nos desgarra el corazón…

«NI “POR SI ACASO”, NI “ME DA PENA”: NO HAY DOLOR .»

Es otro de mis mantras.

A mí sí me da dolor ver personas que no están a gusto en sus propias casas, que pierden tiempo ordenando y limpiando y, aún así, nunca encuentran nada y no tienen sitio.

Hay que ser valiente y deshacerse definitivamente de todo aquello que nunca jamás vamos a utilizar. Cosas que nunca hemos usado o sólo una vez (no porque sean de temporada, sino porque no se utiliza). Ocupan un valioso espacio que podríamos aprovechar. Hablaré en otro post de cómo hacerlo. También hay método.

La acumulación no facilita el mantenimiento del orden

5º.- GUARDAR

Ya pasó lo peor. Esto nos gusta más. Puntos a tener en cuenta:

  • Reorganización del espacio. Antes de guardar los artículos como los teníamos (que obviamente no funcionaba), analizar si se puede mejorar el almacenaje. Reorganizar los interiores, añadir baldas, colocar accesorios nuevos o cestas…
  • Frecuencia de uso y la accesibilidad. Cuanto más uso demos a un objeto, más fácil tendrá que ser acceder a él y guardarlo después.
  • Asignar un lugar a cada objeto y por categoría. Obvio, ¿verdad?, pero a menudo no se hace. Pantalones juntos, sartenes juntas, etc. Un sitio para cada cosa y cada cosa en su sitio.

Y recuerden el objetivo final:

SIMPLIFICAR TU VIDA

Como siempre, me encantaría conocer vuestra opinión.

Gracias por acompañarme.

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